Mi travesía "pionera"
- Argelis Wesley
- Sep 3, 2016
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Sàbado, 3 de septiembre.
Ayer recibí una notificación para formar parte del equipo de voluntarios del South Street Seaport Museum (SSSM). Como no tenia nada planificado para el sábado, me levanté temprano y tomé el bus hacia el ferry. Me encanta tomar el ferry. Es una travesía placentera. Mi mente se despeja mientras que diviso las nubes. Cuando llegué al ferry, me dirigí al Puerto 16 donde todavía está anclada la embarcación Pekín. El trayecto a pie es de aproximadamente cinco minutos. Como no había nadie, me dirigí al museo. Ya había un par de voluntarios trabajando tras bastidores para acomodar las instalaciones para la próxima Semana de la Moda (mejor conocida como Fashion Week en inglés).
Conversé por unos breves momentos con Dianna Reyes quien se desempeña como Coordinadora del Programa de Voluntarios. Posteriormente, nos dirigimos a la barcaza en donde se llevan a cabo los trabajos de mantenimiento para los buques operados por SSSM. Cuando llegué, había cuatro hombres y una mujer. Me presentaron a los encargados de los talleres de carpintería y metales. Jim es voluntario desde 1990. Es un profesor en una universidad y vive en Nueva York. No me acuerdo del nombre del encargado del taller de metales. Entretanto, Linda se presentó. Es muy afable y es voluntaria desde el 2008. Me dio una orientación sobre asuntos de seguridad, por ejemplo, como bajar de una escalera a bordo de un barco. Tengo que aprender la terminología marítima en inglés.
Hubo un receso a las 11:30 a.m. Todo el grupo se dirigió al restaurante Squire. Posteriormente, nos desplazamos al puerto. Los sábados se realizan tres giras a bordo del Pekín. La primera comienza a la 1:00 p.m., seguida por otra, a las 4:00 p.m. y dependiendo del clima, la última comienza a las 7:00 p.m. Como solo había ocho pasajeros, me acomodaron en la primera gira del día. y nos embarcamos a bordo del histórico Pioneer que data desde 1885. La tripulación consistía de seis miembros: tres mujeres y tres hombres. Era hermoso observarlos. Trabajaban al unísono y en estrecha camarería para que el viaje fuese un éxito. Pionner era operada por una capitana. Mi primera designación fue ayudar a la tripulación a subir una de las velas. El esfuerzo físico fue necesario. La travesía fue de dos horas. Recorrimos la bahía y pudimos ver los rascacielos de Manhattan, las edificaciones de Downtown Brooklyn, la Estatua de la Libertad y Jersey City.
El voluntariado de hoy culminó con una orientación de còmo “tap y dye bolts”. Me acerqué al facilitador y le indiqué que no tengo mucha destreza manual. Su respuesta fue alentadora, “Podemos cambiar eso”. De aquí en adelante, dominaré mis habilidades mecánicas.
A golpe de 5:00 p.m. nos tomamos una foto de grupo en donde Pekín nos daba su último adiós. Pekín será trasladada a Hamburgo, Alemania en donde será reparada con un costo de 36 millones.
Llegué a la casa a golpe de las 7:30 p.m. Todo el cuerpo me dolía. Como se dice en Panamá, “me dolía la vida”. A pesar de la disconformidad física, valió la pena estar a bordo de Pioneer. Espero poder ir a SSM el próximo sábado para ahondar mis conocimientos como tripulante y continuar con mi voluntariado en SSSM.
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